Adicciones
Según la Organización Mundial de la Salud, una adicción es una enfermedad física o emocional que crea una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación. Se caracteriza por un conjunto de signos y síntomas, en los que se involucran factores biológicos, genéticos, psicológicos y sociales.
Se puede considerar, por tanto, que adicción es toda aquella conducta que genera una dependencia en la persona que la padece y que no es capaz de controlar.
Existen diferentes tipos de dependencias:
Dependencias a sustancias que provocan en el organismo ciertos estados físicos, como por ejemplo las drogas o fármacos.
Dependencias a determinadas conductas, como la adicción a las nuevas tecnologías, al trabajo o al juego.
Incluso podemos hablar de dependencia a personas como ocurre cuando se mantienen relaciones que no nos benefician.
El que una persona se convierta en adicta o no dependerá de una serie de factores biológicos, psicológicos y ambientales. Aun así, es frecuente que en terapia nos encontremos con que la aparición de la adicción coincide con una sensación de insatisfacción.
La persona siente un vacío en su vida que intentar suplir con estas conductas adictivas y, aunque a veces sea consciente de la autodestrucción que esta conducta le provoca, no es capaz de frenarla sin la ayuda de un profesional.
Como resultado de toda esta situación de dependencia existe un deterioro de la salud y de otros ámbitos de la vida, como puede ser el ámbito social o incluso laboral.
Principales signos de alerta
- Irritabilidad Cambios de humor
- Alteraciones del sueño
- Falta de concentración
- Aislamiento
- Descuido de las responsabilidades
- Problemas de tipo económico, deudas…
- Aumento de tolerancia a la sustancia
- Pérdida de control